¡Hola de nuevo, amig@s! Hoy siento la necesidad de hablaros de uno de mis rincones favoritos de este país. La Roca de Cashel era uno de esos lugares que siempre soñé con visitar, incluso mucho antes de poner el pie por primera vez en Irlanda.
Impresionante, ¿verdad?
Cuna de mitos y leyendas, se trata de un lugar histórico bellísimo en un condado de Irlanda que, particularmente, me encanta.
A lo largo de los siglos, este enclave tan singular ha tenido numerosos usos.
Comenzó como un asentamiento para los reyes de Munster (la provincia que cubre la zona sur de la isla), para pasar a ser un importante centro religioso.
Aunque se fundó en el siglo V, apenas quedan vestigios del lugar original, pues la mayoría de lo que vemos en la actualidad es de los siglos XII y XIII. Y es precisamente en el siglo XII cuando los reyes de Munster ceden el lugar a la Iglesia.
Durante el siglo XVII sufrió el ataque de las tropas de Oliver Cromwell. Al parecer, los normandos (‘ingleses’) que vivían en Irlanda eran más irlandeses que los propios irlandeses, dado que adoptaron la cultura, idioma y tradiciones locales como si fueran propias. Es por ello por lo que Cromwell, actuando con una contundencia inusitada, decidió atacar Irlanda mostrando una crueldad sin precedentes. Masacraba incluso a niños en ciudades que ya se habían rendido ante él, por lo que se le considera una de las figuras más odiadas de la historia de Irlanda.
Pues bien, Cromwell atacó la Roca de Cashel y acabó con la vida de todos sus ocupantes, destrozando parcialmente el edificio (como solía hacer con muchas capillas, monasterios y abadías).
Un siglo después, ya en el XVIII, Cashel fue abandonada. No obstante, lo que queda a día de hoy sigue ofreciéndonos una parte de la majestuosidad de este monumento. Un lugar que cautiva en lo alto de una pradera verde, con un cementerio anexo, y una vista preciosa de la campiña irlandesa (vacas y ovejas incluídas, como no podía ser de otra manera).
También se afirma que el mismísimo San Patricio convirtió al rey de Munster al cristianismo en este mismo lugar en el siglo V.
Recomiendo que no os perdáis la capilla del Rey Cormac, donde se ven los restos de la supuesta tumba de este monarca.
Lo que sí es cierto es que Cashel es un lugar especial que no deja a ningún visitante indiferente…
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